miércoles, 30 de marzo de 2011

Investigación educativa

Como si aplicaran técnicas de resucitación a un cadáver, algunas instituciones pretenden hacer investigación educativa hoy, aquí, en Nuevo León. Tal vez suene dramático hablar de cadáveres en el sistema educativo, pero las evidencias así lo indican:

• México dedica el 5.7% del Producto Interno Bruto al sistema educativo.
• El gasto por alumno es de 2.11 dólares por alumno de educación primaria comparado con un promedio de 6.74 dólares en la OCDE; y de 2.24 dólares por alumno de educación secundaria contra un promedio de 8.27 en la OCDE.
• El presupuesto se aplica prioritariamente al sueldo de los docentes. Más del 90% de los gastos es consumido por el personal, dejando poco margen de maniobra para otros recursos educativos. (http://www.oecd.org/document/4/0,3746,es_36288966_36288553_45958020_1_1_1_1,00.html)
• Los resultados del aprendizaje evaluados por la prueba PISA exhiben a nuestro país en último lugar en comprensión lectora en el listado de países de la OCDE. En matemáticas ocupa el penúltimo lugar, y en ciencias también ocupa el último lugar.

La SEP ha impulsado otro mecanismo de evaluación: “La prueba ENLACE se aplica en todas las escuelas de Educación Básica del país para obtener información diagnóstica del nivel de logro académico que los alumnos han adquirido en temas y contenidos vinculados con los planes y programas de estudio vigentes.”
Las pruebas se han aplicado desde el 2006, pero en la página web de la SEP aclaran:
“a) Los resultados de diferentes materias o años no son comparables entre sí, ni están expresados exactamente en la misma escala, por lo que técnicamente, los datos no se deben mezclar.
b) Los resultados del 2009 de 3º de secundaria, no son comparables con los resultados del 2008 por el cambio de enfoque del contenido evaluado –del 2006 al 2008 la prueba de 3º de secundaria evaluó el contenido de los tres grados de secundaria y a partir del 2009, al evaluarse 1º y 2º grado, la prueba se diseñó para evaluar solo los contenidos de dicho ciclo escolar”. (http://enlace.sep.gob.mx/ba/)

De esta manera, los resultados pretenden ser útiles sólo para la escuela evaluada, para el salón en particular, para el sujeto evaluado. Aducen, que esta evaluación criterial es sumativa y horizontal por lo que admite la autoevaluación y la evaluación compartida por el estudiantado, y que la evaluación respecto a la norma se apega al currículum y no al estudiantado. Dicen que en función de los resultados que obtiene cada escuela es como se pueden tomar decisiones políticas para las escuelas.

Este es un panorama. El de la evaluación y sus resultados, que finalmente consisten en una práctica común en las Instituciones Educativas y que -dudo- se llevan a análisis exhaustivos para la toma de decisiones, son determinantes para la aplicación de presupuestos y orientan al sistema educativo mexicano.

Otro panorama es la dolorosa realidad que vivimos hoy. Que se cuenten en millones la cantidad de jóvenes cuyas edades oscilan entre los 14 y los 29 años, que ni estudian ni trabajan y a quienes se les ha dado en llamar ninis, término que bien podría acuñarse como categoría analítica; que se lean 1.5 libros por persona al año, a sabiendas de que la cantidad de lectores es reducidísima, y la distribución no necesariamente equitativa (además, a mí no me gustaría leer solo medio libro, tendría que leerlo completo y, aunque suene egoísta, pues le quito la otra mitad a alguien). Y algo en extremo grave: la inserción a grupos del crimen organizado de menores de edad, -hombres y mujeres por igual- a quienes se les ha capturado o asesinado en los últimos años. Por un lado, dan sentido a las cifras mostradas por los organismos evaluadores; por otro, obligarían a quienes toman decisiones en materia educativa a rediseñar sus políticas.

Pero las decisiones son muy ajenas. Una institución engalanada porque acaba de estrenar nuevo edificio con un costo de 100 millones de pesos, el Instituto de Investigación, Innovación y Estudios de Posgrado en Nuevo León, se encarga, como su nombre lo indica, entre otras cosas, de investigar. Pongo un ejemplo de lo que ahí investigan: estudian cómo aprenden a leer los bebés. El proyecto se llama Protolecto-escritura y tiene los siguientes objetivos:

• Describir el proceso de adquisición de la lengua materna de los niños y de reconstruir su protolecto-escritura para validar las formas en las que ellos construyen la lectura y la escritura.
• Diseñar estrategias que mejoren la lectura y la escritura de los niños y jóvenes mexicanos a partir de los resultados de la investigación fundamentada en la suposición de que en la apropiación de la lengua materna y las acciones propias de la protolecto-escritura hay datos reveladores en relación con la lectura y la escritura posteriores. (http://www.iiiepe.edu.mx/node/1971)

Este estudio se ha realizado en guarderías del Seguro Social y la muestra incluye a niños muy pequeños, desde antes de los dos años y se ha involucrado a los padres de familia de estas criaturas para que las ejerciten (les enseñen a leer).

Se podrá aducir que esto es de gran utilidad y que una población altísima acude a los preescolares y a los centros de desarrollo infantil, pero lo que se ha perdido de vista son los datos emanados de la psicología genética, de la pedagogía operatoria y de la psicolingüística que, desde principios de siglo pasado, han descrito los procesos de adquisición de la lengua oral, y desde los años 70 han explicado detalladamente los procesos de adquisición de la lengua escrita, además de que se han desarrollado propuestas didácticas de avanzada, acordes a las propuestas estratégicas de enseñanza de la lengua, los denominados enfoques comunicativos. En otras palabras, es inútil pretender enseñar a leer a los bebés, a menos que la intención sea tener un retroceso en los procesos de enseñanza y volver a una enseñanza mecánica. Todo es posible.

Como dice Sandro en una canción: un botón basta de muestra, los demás, a la camisa.

Si el Instituto bien podrá haberse apadrinado por personajes tan relevantes en el mundo político-educativo como nuestro ex rector universitario y ex secretario de educación nacional, el Dr. Reyes Tamez Guerra y la líder del magisterio, Elba Esther Gordillo, no ha corrido con la misma suerte en cuanto al padrinazgo académico. El Instituto ha sido abrazado por la SE en Nuevo León, y los derroteros académicos corren a cargo de sujetos con trayectorias acomodaticias, no alejados de los grandes personajes anteriormente citados, y establecen vínculos con universidades privadas principalmente, se utilizan los servicios de personal comisionado del magisterio, y los enfoques que se propagan son de carácter utilitario, elitista y hasta snob. Sería interesante indagar en la página web del Gobierno del Estado, en el renglón de Transparencia los montos de los sueldos del personal del Instituto.

Las condiciones que vive nuestro país se reflejan en el Instituto que tenemos: discrepancias abismales, proyectos desarticulados de la realidad educativa, pretensiones desarrollistas de primer mundo. Segregación y caos. Desigualdad e inequidad. En el ciclo escolar pasado, el Instituto emitió una convocatoria para el diseño de Centros de Aprendizaje dirigido a estudiantes de arquitectura de la Universidad de Monterrey. El primer lugar ofrecía como premio 40,000.00 pesos. El efecto Mateo en todo su esplendor.





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