viernes, 2 de enero de 2015

¿Gripe? ¿Influenza?

Con la finalidad de no olvidar, escribo esto.

Mediados de diciembre, 2014.

Un buen día, sábado,  frío, bañé perros, lavé patio y medio me mojé los pies y me enfrié.

Para el lunes estaba con gripe. El martes fuí con la doctora homeópata, ya tenía escurrimiento nasal y ojos llorosos. La cabeza me dolía un montón. Me dió chochitos, me puso acupuntura y empecé mi tratamiento.
El miércoles sentí que no mejoraba absolutamnete nada. Al contrario, estaba peor. Me dolían los oídos, estaba muy congestionada.

El jueves fuí con doctora alópata, dijo que tomara un antigripal,  agrifen, nimesulida y me dio tres inyecciones de lincocin.  Me empecé a mejorar, bien! Toda la semana no pude ver a mis nietos. Le dije a mi hija que los niños ya se habrán olvidado de mí. Los extraño!

Fuí a una cena, no tomé helado pero sí anduve en el frío. Después fuimos Ricardo y yo a un brindis de navidad donde sí tomé hielo.
El domingo fuimos a la casa de Lucinda y evité alcohol, frío, humo, todo. Estuve muy resguardada dentro de casa. Empecé a estornudar de nuevo y a que me lloraran los ojos. Me dio tos.

El lunes me empecé a sentir más mal. Me empezaron a doler las piernas. Otra vez a generar mocos y tos.
El martes fuí con doctora alópata.
Me dolía el cuello, por los lados, sin poder girar bien la cabeza, que dolía mucho. También la nuca, a la altura de las vértebras. La espalda parecía que me la hubieran apaleado, y encima, traer algo muy pesado cargando. También me dolía la cintura. La carne parecía que -a ratos- me la picaban como con agujas. Era un dolor punzante en cierto lugar que luego se extendía. No podía levantar con libertad los brazos, las articulaciones todas me dolían. Las ingles, los empeines, las muñecas, las rodillas, los codos, los hombros, hasta los dedos me dolían. Mucha tos.
Me empezaron a dar como calambres en el estómago. Me dolía todo.
Además, me empezò a dar fiebre. No una cosa exagerada, sino que me despertaba por la noche bañada en sudor. Tomé la temperatura y una vez subió a 37.4 no más.

Me dió otro antigripal e ibuprofeno. Un antibiótico de amplio espectro, y me dijo que si el dolor no se me quitaba, comprara dolo neurobion retard. Ricardo me lo fue a traer el miércoles que sentía tanto dolor.

El hambre se había ido. Tenía que comer algo, entonces comía  muy poquito.
Batallaba para subir la escalera, las piernas parecían muy pesadas. Por las noches la garganta se secaba, hice miel con limón y le daba una cucharadita. Tomé mucha agua. Me hacía un litro de té de toronjil, de boldo, de manzanilla, de anís, y me tomaba vasos de medio litro en cada vez. Tibio.

Voy mejorando, aunque ahora siento el estómago muy maltratado por tantas medicinas. Empecé a tomar ranitidina para mejorar su condición. Ayer le agregué omeprazol. Hoy tomé mucha agua en ayunas, para empezar a limpiar tanto residuo. Seguiré tomando boldo que ayuda al hígado.

El próximo invierno necesito tomar medidas preventivas para evitar enfermarme. Cada vez tengo más años y el cuerpo ya no responde a las enfermedades tan rápido.

Dice la doctora que actualmente hay algunas cepas de virus de gripe muy resistentes a los medicamentos, y al sistema inmunológico. ¿cómo pelear con ellos sin juventud?