domingo, 13 de marzo de 2011

la reina Victoria y Freud....

En tiempos de la Reina Victoria, quien gobernó Inglaterra de 1837 a 1901, la sociedad se caracterizó por un afán de corrección, de dignidad, estricta normatividad y aspiraba a la estabilidad moral humana, al orden, y todo lo que tuviera un aroma libertario, romántico, la exhibición de sentimientos, de emociones, es decir, las expresiones humanas naturales generaban desazón y eran simplemente censuradas por el orden establecido. Las vestimentas sumamente sobrias cubrían la mayor parte del cuerpo. Contamos con suficiente documentación de la época para constatar los datos.

El mismo Sigmund Freud postula su teoría del inconciente fundamentándola en el supuesto origen de la neurosis histérica: la represión de los impulsos. La época victoriana, rica en represión, con el firme propósito de instaurar un orden social conservador y tradicionalista, según el doctor Freud, genera enfermedad.

En algunos lugares del planeta parece no haber pasado el tiempo. A mas de dos siglos de distancia, el conservadurismo y el afán de perpetuar un estado de cosas anacrónico y desfasado, existen autoridades como el gobernador de Jalisco, a quien la homosexualidad le da “asquito”; el alcalde de Huatulco, quien acaba de dictar lineamientos para la vestimenta y el maquillaje de las mujeres que trabajan para su ayuntamiento; el alcalde de la ciudad de Guanajuato que prohibió besarse públicamente y hasta el de Chihuahua que ha prohibido saludarse besándose en la mejilla. Sin ir más lejos, en Jalisco en 1995 también se intentó prohibir el uso de minifaldas. Los botones aquí no son de muestra, proliferan, se dan en macolla.

¿Cómo pretender conservar las condiciones sociales del siglo XIX cuando han ocurrido cambios sustanciales que denotan una organización social totalmente diferente? La libertad lograda a resultas de la Revolución Industrial que tomó a la reina Victoria en pleno fulgor de su gobierno, la posterior enunciación de los derechos humanos, la revolución sexual en pleno siglo XX, la liberación femenina, la actual situación de una sociedad globalizada con la cada vez mayor difuminación de límites dogmáticos de todo tipo: geográficos, morales, sociales, políticos, ha obligado a que el orden social sea concebido como un orden plural y diverso. Tal vez ellos lo vean como un desorden plural y perverso.

¿Desconocerán la historia estos sujetos o simplemente se aferran al pasado con el fin de conservar el poco poder que tienen como autoridades de poblados grandes, medianos o chiquitos? El problema es definitivamente de origen ideológico, porque aún conociendo la historia se niegan a aceptar que imponiendo códigos de conducta que incluyen el uso de vestimentas prudentes, denotan un purismo, una mojigatería con olor a moralina barata, una cerrazón al reconocimiento de diferentes maneras de pensar y de conducirse. Suponen que pueden imponer su forma de pensar, y que porque ostentan un cargo público su palabra es ley.

Aunque suene ocioso, Londres no es Huatulco, y el clima que tiene la ciudad costeña dista mucho del de la otra ciudad. La ropa que usualmente se acostumbra en climas cálidos semihúmedos es la mas ligera, y esto es por cuestiones prácticas, no ideológicas. Habrá que explicar algunas cosas al alcalde de Huatulco, como lo anterior, también habrá que explicarle que ya no estamos en la época victoriana y que de ese tiempo a la fecha, han pasado siglos. Pero no creo que ni él ni los otros gobernantes entiendan.

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